El alquiler de la vivienda ha aumentado de un 28% a un 67% con respecto al salario mínimo desde 1997 hasta 2020.
Estos datos suponen que los trabajadores destinan de media 571 euros más al alquiler que hace 23 años, una cifra que supera los parámetros aconsejables de tasa de esfuerzo, que se encuentra en un 35%.
Entre los jóvenes se dan estos datos elevados, pero es que esta subida de alquiler también ha afectado a los pensionistas, donde del 46% ha pasado al 103%. En su caso, los pensionistas pagan 784 euros de más en el alquiler que lo recomendado por los parámetros.
Según un informe elaborado por EY para ASPRIMA, se estima que en 2040 los pensionistas en régimen de alquiler se multiplicarán por 2,7% con un esfuerzo medio superior al 100%. En cuanto a los jóvenes, aquellos que se encuentran en régimen de alquiler ha pasado del 25% en el año 2006 a 45% en 2020. Esta situación empeorará con el tiempo y, en muchos casos, se volverá estructural porque los jóvenes se están viendo abocados al alquiler al no contar con facilidades para comprar una vivienda.
Este estudio también recomienda el establecimiento de medidas que aumenten las viviendas disponibles y faciliten el acceso a las mismas. Entre las medidas que proponen están:
Estas medidas combinadas con la agilización de los plazos para la obtención de licencias y planes destinados a incrementar la oferta de suelo disponible, como es el caso del Plan Vive de la Comunidad de Madrid, que repercute en un menor precio y en un aumento de la oferta de viviendas.
Los jóvenes son los más perjudicados en la subida del alquiler y el consecuente difícil acceso al mercado de la vivienda. La edad media de emancipación en España es de 29 años. En el 2018, solo uno de cada cinco jóvenes consiguió emanciparse. Estos datos sitúan a España en el sexto lugar de jóvenes emancipados del resto de potencias europeas.
Además, factores socioeconómicos como la inestabilidad del mercado laboral o la escasa capacidad de ahorro de los jóvenes, influyen en la tardía edad de emancipación de estos. Los jóvenes españoles entre 16 y 34 años deben destinar tres cuartas partes de su salario a pagar una vivienda, por lo que acceder al mercado inmobiliario es una opción poco viable para muchos.
En comparación con otros países europeos, España está a la cola en cuanto a que la mayor parte del parque público de viviendas está en manos de empresas especializadas en su gestión. Sin olvidar que alrededor del 95% de las viviendas en alquiler es propiedad de particulares porque es una forma de ahorrar muy popular entre las familias.
El objetivo de muchas empresas y del sector inmobiliario es hacer más asequible el acceso a la vivienda a toda la población. La iniciativa es una colaboración público-privada para poder consolidar un parque de viviendas pública en alquiler que atienda a la demanda de la vivienda social. Por otro lado, desde el sector privado para conseguir una vivienda asequible y accesible se necesita que, desde las distintas Administraciones Públicas, se agilice el desarrollo del suelo. Porque el elevado coste del suelo repercute en el encarecimiento de la vivienda de forma directa.
Aunque es cierto que algunos organismos públicos están empezando a mostrar cierto interés por esta propuesta de colaboración público-privada, también es necesario que estas medidas no queden olvidadas. Se deben llevar a la práctica para favorecer y garantizar el acceso a la vivienda a toda la población, ya sea como propietarios del inmueble o en régimen de alquiler.
El aumento de la tasa de alquiler en los últimos años ha provocado un difícil acceso a la compra de viviendas, tanto en jóvenes que se quieren independizar como en aquellas personas que quieren tener una vivienda en propiedad. Por eso, desde Gradual hemos creado un programa donde comprar una vivienda es un acceso fácil.
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